CUANDO UN CORTO SE HACE LARGO.

Buuuf!! Hacer Stop Motion es muy gratificante. Cuando ves aquel muñequito moverse y hacer cosas, crees que está vivo. A veces me paro a observarlo cuando descansa en la cajita, para que no coja polvo y me invade una sensación extraña... una tristeza rara. Aquel muñequito que se movia vivazmente y hacía cucamonas ahora está con los ojos abiertos mirando a ningún sitio... completamente inerte. Es inquietante y normal a la vez, pero nunca deja de sorprenderme.

A veces el Stop-motion también puede ser un infierno que podría destrozar los nervios al mismísimo Dalai Lama. Cuando hace calor puede ser la muerte, y el muñeco corre grave peligro: Puedes machacarlo de un puñetazo. Si, ver que el movimiento que deseas efectuar no se entiende lo suficiente, a ello se suma que algo se tambalea, con el codo golpeas sin querer otro elemento del decorado, el armazón empieza a destrozar la capa de plastilina, tu espalda empieza a doler demasiado por culpa de la mala pose y para colmo un gotarrón de sudor resbala por tu frente, te hace cosquillas en la naríz y finalmente colisiona contra el muñeco! Esto es una situación extrema, pero en el mundo de la animación en plastilina se dan estas situaciones más de lo que uno querría!! "MOCO"es el corto que voy haciendo poco a poco desde hace mucho tiempo. Cuando uno pierde la cuenta de los fotogramas es que el proyecto ha avanzado lo suficiente como para no poder dar marcha atrás! Aqui teneis un pequeño Trailer para que veais como va la cosa.